Palabras de la Venerable Maestra en la ceremonia de Encendido de Luces de nuestra Logia
El nacimiento de Auzolan es hoy algo de lo que todos nos tenemos que sentir doblemente orgullosos.
Por un lado, la creación de un nuevo eslabón de la cadena de unión que nos permita la renovación de los ideales masónicos de la OMMI Le Droit Humain, El Derecho Humano en esta tierra idealista e inconformista, como es el Pais Vasco.
Por otro, hay que tener en cuenta que este nuevo alumbramiento dentro de una federación tan joven como la nuestra, es un gran ejemplo del grado de compromiso de todos y cada uno de los integrantes de la Logia Auzolan, del Consejo federal y del representante del Supremo Consejo en nuestra federación que nos han impulsado y apoyado para que lo que en un día fue proyecto hoy pueda ser una realidad. Me gustaría agradecer a las Hermanas y Hermanos fundadores su esfuerzo y su entrega ya demostrada y que, con seguridad, será necesario intensificar en el momento de comenzar ya los trabajos. Sin ellos, esta Logia no sería posible y por ellos, el significado de la palabra Auzolan que hemos elegido como título distintivo, simboliza a la perfección el ideal de fraternidad que nos une a los hermanos y hermanas fundadores.
En estos tiempos convulsos, llenos de egoísmo, corrupción y otras vilezas, el hecho de encontrar a un grupo de mujeres y hombres con la convicción para sacrificarse, a favor del progreso de la humanidad, es la ratificación de que los ideales y la ética pertenecientes a nuestra Orden, están presentes y han sido verdaderamente interiorizados a través de nuestro carácter iniciático por todos y cada uno de los hermanos y hermanas fundadores. La igualdad entre hombres y mujeres, queda demostrada en la configuración completamente mixta del colegio de oficiales.
Y finalmente, la tercera característica propia de nuestra Orden, el Internacionalismo, hoy
día queda perfectamente reflejada en la gran cantidad de Hermanas y Hermanos que han viajado desde distintos lugares de España y Francia.
Hermanas y Hermanos que, sin valorar intereses individuales, se vuelcan dándonos su apoyo y su calor en este complejo proyecto cuyo hito de inicio se ha fijado hoy en la emocionante ceremonia que acabamos de vivir.
Gracias a todos y todas, queridos Hermanos y Hermanas por acompañarnos en este viaje que empezamos hoy; sentiremos vuestra energía a lo largo del esforzado recorrido que nos queda por delante. También estamos agradecidos porque sabemos que algunas y algunos de vosotros seréis asiduos colaboradores en nuestros trabajos.
Tenemos la ilusión y la energía que precisa la gran dedicación que necesitamos para expandir los valores masónicos a los terrenos sociales, como nos enseñaron con su ejemplo nuestros fundadores Maria Deraismes y Georges Martin. Queremos contribuir a dar un poquito de luz en estos tiempos en los que la oscuridad gana terreno, y lo haremos trabajando de manera justa y perfecta conservando nuestro carácter humanista, laico y adogmático para aportar nuestra contribución efectiva a que un día reinen en nuestro mundo la justicia, la tolerancia y la solidaridad.
Trabajaremos derribando las barreras del fanatismo y la ignorancia y el individualismo en pos de la Libertad (Askatasuna), la Igualdad (Berdintasuna) y la Fraternidad (Anaitasuna).